La voz singular del Parlamento europeo
El Parlamento Europeo no esta conforme con la revisión de la ley húngara de medios de comunicacíon
En una Resolución adoptada el 10/03/2011, los eurodiputados manifiestan su descontento tras la aprobación por la Comisión Europea de las enmiendas propuestas por las autoridades húngaras a la controvertida ley de medios de comunicacíon (1). En la opinión del Parlamento Europeo, la Comisión Europea ha limitado su propia competencia al no haber examinado la conformidad de la ley húngara al conjunto de las reglas de Derecho comunitario que habrían podido alegarse. La Resolución insta pues a la Comisión a seguir "llevando a cabo un control y una evaluación atentos de la conformidad de la la ley de medios de comunicación húngara en su versión modificada con la legislación europea, en particular, con la Carta de los Derechos Fundamentales”. El Parlamento pide también a la Comisión que proponga una Directiva sobre la libertad, el pluralismo y la gobernanza independiente de los medios de comunicación a finales de año a más tardar, ya que las leyes de los medios de comunicacíon adoptadas por los Estados son también una cuestión europea.
La Comisión debe defender los intereses de la agricultura europea en la negociación de acuerdos comerciales
Tal es el mensaje dirigido por el Parlamento europeo al Ejecutivo europeo en una Resolución adoptada el 08/03/2011 (2).
La Comisión que negocia los acuerdos comerciales internacionales sobre la base de un mandato conferido por el Consejo, debe cambiar de enfoque, destaca el Parlamento. Este ultimo constata que “el déficit del comercio agrícola de la UE alcanzó un nivel record de 7000 millones de euros en 2008” . Por ejemplo, el déficit comercial de la Unión con el Mercosur, se ha más que duplicado desde 2000, y las importaciones por parte de la Unión de productos agrícolas procedentes del Mercosur representan en la actualidad un valor de 19 000 millones de euros, 1000 millones de euros de exportaciones. Ya basta, consideran los eurodiputados : la Resolución votada condena “el enfoque de la Comisión, que con demasiado frecuencia hace concesiones a la agricultura para obtener un mayor acceso al mercado de terceros países para productos y servicios industriales” y pide a la Comisión "que deje de subordinar los intereses de la agricultura a los intereses de los sectores industrial y de servicios”.
Y, el Parlamento añade: “la Unión Europea debe tratar de garantizar un mejor control del respeto de los derechos humanos y las normas sociales y medioambientales cuando celebre acuerdos comerciales internacionales" de manera que las importaciones agrícolas hacia la UE ofrezcan a los consumidores europeos "las mismas garantías en términos de protección del consumidor, bienestar animal, protección medioambiental y normas sociales...que las ofrecidas por los métodos de producción europeos”.
En resumen, el Parlamento Europeo no admite que la Unión Europea haga concesiones suplementarias en las nuevas negociaciones comerciales. Cabe recordar que el Tratado de Lisboa otorga nuevas competencias al Parlamento Europeo en materia de política comercial común. Su consentimiento se requiere para aprobar cualquier acuerdo comercial internacional celebrado por la Unión Europea y por otra parte, el conjunto de la legislación que fija el marco de la política comercial se vota par codecisión. En cambio, la definición del mandato de negociación de la Comisión permanece entre las manos del Consejo. Pero el Parlamento quiere más: quiere ser efectivamente asociado en las negociaciones comerciales y se irrita al ver que la Comisión no lo informa más de las negociaciones que esta llevando, en particular, sobre el Acuerdo de Asociación UE-Mercosur. No se puede dudar: las negociaciones comerciales son uno de los nuevos campos de la lucha para el poder abierta entre las instituciones europeas y es justo que en esta lucha, el Parlamento, ya que es el representante directo de los ciudadanos adquiera una plena competencia en la toma de de decisiones. La política comercial común todavía escapa parcialmente a dicha competencia a pesar de los nuevos poderes conferidos por el Tratado de Lisboa al Parlementato europeo. Sin embargo, habida cuenta del impacto del comercio mundial en la vida diaria, los eurodiputados deberían tomar parte a las elecciones operadas en la Unión Europea y responder de ellas ante los ciudadanos cuyos son los representantes.
Impuesto de transacciones financieras, el Parlamento Europeo dice : sí
Quién comentó de manera muy critica la crisis financiera: “hasta ahorra, los contribuyentes han soportado la mayor parte de los costes de la crisis, en la medida en que sus respectivos Gobiernos han rescatado en muchas partes del mundo, con el dinero de aquellos, entidades bancarias y otras entidades financieras… existe una creciente demanda para que las entidades financieras y otras partes interesadas que han disfrutado durante años de una rentabilidad excesiva de sus valores, pagando primas primas anuales exageradas y han acaparado la mayor parte de los beneficios empresariales en el mundo, aporten la contribución equitativa que les corresponde para sufragar dichos costes”
Quien condenó la acción de los Gobiernos: “las estrategias a corto plazo y la especulación en el mercado europeo de deuda pública han sido factores importantes para agravar la crisis de deuda soberana eb la zona del euro en 2009 y 2010… han sacado a la luz los estrechos vínculos entre las turbulencias en el sector financiero y los problemas para garantizar la sostenibilidad de las finanzas públicas en momentos en que coincidían déficits presupuestarios excesivos con une creciente deuda pública y privada ”.
Quién propuso desplazar “gradualmente el peso de la carga tributaria desde la esfera del trabajo hacia el capital y las actividades que se caracterizan por sus fuertes externalidades negativas”, etc.
¿Izquierdistas convencidos?¿Altermundialistas irreducibles? No : esos comentarios severos son la obra de nuestros respetables eurodiputados.
En efecto, de manera bastante sorprendiente, los eurodiputados de todos los partidos politicos se pusieron de acuerdo para respaldar la creación de un impuesto de transacciones financieras en la Unión europea (similar a la "tasa Tobin" pedida por los altermundialisteas, en particular,) en una Resolución parlamentaria muy crítica para el capitalismo financiero (3).
El texto observa que “en la actualidad se calcula que un ITF (nota:impuesto sobre las transacciones financieras) con un tipo reducido, con su amplia base imponible, podría generar ingresos cercanos a los 200 000 millones de euros anuales en la UE, y a los 650 000 millones de dolares a nivel mundial...estos importes podrían constituir una contribución sustancial del sector financiero para subvenir a los costes de la crisis y contribuir a la sostenibilidad de las finanzas públicas”.
Prosigue recomendando “la adopción de un impuesto sobre las transacciones financieras, pues mejoraría el funcionamiento de los mercados al reducir la especulación y contribuíria a financiar bienes públicos mundiales y a reducir los déficit públicos; considera que la base imponible del impuesto sobre las transacciones financieras debe ser lo más amplia posible y que la UE debe promover la introducción de un ITF a escala mundial; en su defecto, la UE debe aplicar un ITF a escala europea, como primer paso; pide a la Comisión que elabore rápidamente un estudio de viabilidad que tenga en cuenta la necesidad de la igualdad de condiciones a nivel mundial y que presente propuestas legislativas concretas”. Este texto es el resultado de negociaciones con el partido PPE que no quería que la Resolución recomiende la creación “inmediata” de dicho ITF como lo pedían otros partidos.
El texto se votó por una amplia mayoría: 529 votos a favor, 127 contra 18 abstenciones. Los votos negativos proceden de los partidos euroescepticos, de extrema derecha y por parte de extrema izquierda (4).
La Resolución recoge también otras propuestas controvertidas: impuesto sobre el carbono ("impuestos verdes") y creación de eurobonos.
17/03/2011
4 - Resultados de la votación nominal - Anexo
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